Muchas veces empezamos algo y a medio camino lo abandonamos, cansados posiblemente de no obtener resultados o agobiados y estresados porque pensamos que es casi imposible lograrlo.
Sin embargo, me gustaría recomendarte que antes de abandonar un proyecto, ese donde has puesto toda tu energía, te tomaras unos minutos para preguntarte, analizar y reflexionar, ¿Cuál es ese miedo inconsciente, ese miedo del que no te das cuenta, que te agobia, que te paraliza y que te hace pensar que no lo vas a lograr? Ese miedo que hace que permanezcas con tus anteojeras y que no permite que te las quites y que no te permite darte cuenta, que puedes salir de tu mirada limitada, de tu zona de confort, que, más allá de tu estrecho campo de visión, se encuentra un mundo lleno de posibilidades, pero solamente para aquellas personas, que estén dispuestas a recorrer ese kilómetro extra.

Quiero contarte, bajo mi experiencia, que a mi particularmente, me gusta trascender “mis” límites, o sea, ir más allá, romper límites, y hago todo lo que está a mi alcance para lograr lo que me propongo, y si no lo logro, me tomo un tiempo para analizar mis errores, para restructurar el plan, no para abandonarlo, sino para mejorar las estrategias que debo seguir para conseguir mí propósito.
Algunos toques para que vayas poniendo en práctica para lo que resta de este año 2023 y que el 2024 sea tu mejor año.
Quítate las anteojeras, para que puedas ver en 360 grados. Elabora un plan de trabajo con metas alcanzables. Busca soluciones y no pretextos.

Aquí la guía para lograrlo en 11 pasos:

Paso 1: Define tus objetivos

Antes de comenzar, es importante que tengas claro lo que quieres lograr. Establece objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo de tiempo determinado (SMART). Esto te ayudará a tener una visión clara de lo que deseas conseguir.

Paso 2: Identifica las tareas necesarias

Desglosa tus objetivos en tareas concretas. Enumera todas las actividades que debes llevar a cabo para alcanzar tus objetivos. Si es un proyecto grande, puedes dividirlo en fases o etapas.

Paso 3: Establece prioridades

Determina cuáles son las tareas más importantes o urgentes. Esto te ayudará a concentrarte en lo que realmente importa y a gestionar tu tiempo de manera efectiva.

Paso 4: Asigna recursos

Identifica los recursos que necesitas para llevar a cabo tus tareas, como tiempo, dinero, personal, herramientas, etc. Asegúrate de contar con todo lo necesario para realizar tu trabajo de manera eficiente.

Paso 5: Define un calendario

Crea un calendario o cronograma en el que establezcas fechas de inicio y finalización para cada tarea. Distribuye las tareas de manera equitativa a lo largo del tiempo para evitar agobios y retrasos.

Paso 6: Establece indicadores de seguimiento

Define métricas o indicadores que te permitan medir el progreso hacia tus objetivos. Esto te ayudará a evaluar si estás avanzando de manera adecuada y a realizar ajustes si es necesario.

Paso 7: Delega responsabilidades

Si trabajas en equipo, asigna responsabilidades específicas a cada miembro y asegúrate de que todos comprendan sus roles y tareas.

Paso 8: Anticipa obstáculos

Identifica posibles obstáculos o problemas que puedan surgir durante la ejecución de tu plan y desarrolla estrategias para superarlos.

Paso 9: Haz seguimiento y ajustes

A medida que avanzas en la implementación de tu plan, lleva un registro de los avances y los resultados. Si es necesario, realiza ajustes en tu plan para adaptarte a cambios inesperados o para mejorar la eficiencia.

Paso 10: Comunicación y colaboración

Mantén una comunicación efectiva con todas las personas involucradas en el plan de trabajo. La colaboración y el intercambio de información son clave para el éxito.

Paso 11: Evalúa y aprende

Una vez que hayas alcanzado tus objetivos o completado tu proyecto, realiza una evaluación para analizar lo que funcionó y lo que no. Utiliza esta retroalimentación para aprender y mejorar en futuros planes de trabajo.