Para ejercer liderazgo, primero debemos empezar por ser líderes de nosotros mismos. Ahora, no es lo mismo ser ese líder que la gente sigue por convicción, a ese líder que la gente obedece por miedo.
Me preguntaron el otro día, por qué hablaba de liderazgo personal, si el liderazgo es tema de empresas, organizaciones, etc. Acá existe un concepto un tanto errado del tema liderazgo que lo ven muy relacionado con las empresas, pero, pregunto, para que tus amigos acepten una sugerencia tuya en vez de otra, ¿qué debe existir? Primero confianza, la confianza es un pilar importante para que la gente te siga, y eso se gana a pulso, y se basa en un cóctel de muchos ingredientes, donde están incluidos; tus comportamientos, tus conocimientos, tus habilidades, tu gestión de emociones, si eres o no empático con los demás, etc. pero, sobre todo, si eres una persona íntegra, aquella que ejecuta y realiza, lo que pregona. Bien reza el dicho “por sus acciones os conoceré”
El liderazgo, en su esencia, es la capacidad de influir en las mentes y acciones de los demás. Los líderes efectivos comprenden la dinámica de la mente humana y utilizan este conocimiento para guiar a sus equipos hacia el logro de metas comunes. Esto implica el entendimiento de conceptos como la inteligencia emocional, la empatía y la toma de decisiones éticas.
Y si lo analizamos desde el área familiar, si no eres admirado, difícilmente te harán caso, y eso incluye a los hijos y a la esposa. Yo tengo un dicho: para educar NO hay que pegar, gritar o insultar, se debe educar con AMOR y con firmeza, así los hijos te admirarán y te respetarán, y no te obedecerán por miedo.
Hoy en día la importancia de liderar desde la emoción, es más importante que liderar desde la razón, porque se está tratando con seres humanos, que se rigen por sus emociones. Los equipos tienen otras visiones, otra manera de comportarse, son más exigentes, se mueven en una era digital y de entornos cambiantes, ansiosos y agiles.
El liderazgo y la mente humana están intrínsecamente entrelazados en un ciclo de influencia constante. Los líderes que buscan la excelencia deben embarcarse en un viaje de autodescubrimiento y comprensión de las complejidades de la mente. Al hacerlo, pueden dirigir de manera más efectiva, inspirar a otros y contribuir al progreso de la sociedad en su conjunto.
El proceso de toma de decisiones es un aspecto crucial del liderazgo. La neurociencia nos ha enseñado que nuestras decisiones están influenciadas por una interacción compleja entre la razón y la emoción en el cerebro. Los líderes éticos comprenden cómo estas fuerzas operan y toman decisiones que benefician no solo a su organización, sino también a la sociedad en general.
El maravilloso mundo de la mente sigue siendo un campo inexplorado, y su conexión con el liderazgo es un área de estudio en constante evolución que promete un futuro lleno de descubrimientos y avances.
Coach Organizacional y Ejecutiva
